¿Te han dicho alguna vez eso de: “¡Ay, todos los padres creen que sus hijos son unos genios!”? O el clásico: “¿Altas capacidades? Pero si en el cole no le va bien...”
Si eres padre o madre de un niño con altas capacidades, seguro que estas frases te suenan, y quizá te hayan hecho rodar los ojos más de una vez. Porque sí, tenemos el radar a tope y sabemos lo que significa vivir esta aventura que no se parece nada a lo que la gente imagina.
Ser madre o padre de un niño con altas capacidades es como tener un pequeño universo en casa: lleno de luces brillantes, ideas sorprendentes y momentos mágicos que te dejan sin palabras. Son niños maravillosos, con una curiosidad y una sensibilidad que te hacen ver el mundo de otra manera.
Pero también es más bien estar en una montaña rusa con el cinturón puesto y las manos en alto, sin saber qué giro viene después. A veces tu hijo vuela alto, entiende cosas antes que nadie y te deja boquiabierto. Otras veces está perdido, frustrado o completamente aburrido porque las clases no le suponen un reto real, y entonces empiezan los problemas que nadie ve.
Y claro, a la vez que luchas con las emociones y con que el cole entienda lo que necesita, te toca también escuchar esos comentarios bienintencionados (pero poco acertados) que te hacen pensar: “¿En serio? ¿No me creerán o qué?”.
Porque la verdad es que estas capacidades no son solo cuestión de notas o exámenes perfectos, sino de un mundo interior intenso, de una sensibilidad que a veces abruma y de una necesidad constante de ser comprendido.
Ser padre o madre de un niño con altas capacidades es todo eso: una mezcla de orgullo, agotamiento, risas inesperadas, lágrimas escondidas y una dosis enorme de paciencia (y café).
Pero, como en toda aventura, un poco de humor siempre ayuda. Por eso, aquí te dejamos unos consejos para sobrevivir (y no volverte loco) en este viaje tan especial:
7 consejos para sobrevivir (y no volverte loco) siendo padre o madre de un niño con altas capacidades
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Aprende a tener paciencia… y café a mano (o una buena tila)
Porque la montaña rusa emocional no se detiene. Un café fuerte puede ser tu mejor aliado para esos días en los que el “¿por qué?” no para. Pero cuando la ansiedad aprieta, una tila bien cargada también puede salvarte el día. -
Domina el arte de la respuesta express
Cuando alguien suelte el clásico “todos los padres creen que sus hijos son genios”, puedes responder con una sonrisa:
— “No es un premio ni un capricho. Es la realidad compleja de criar a alguien que no encaja en los moldes, con todo lo que eso implica.” -
Hazte amigo/a de los profes (y de los que no lo son tanto)
No siempre será fácil, pero ganar aliados en el cole es como tener un as bajo la manga para las batallas educativas. -
Acepta que “altas capacidades” no siempre significa “perfecto en todo”
Tu hijo puede ser un crack en matemáticas y al mismo tiempo tener una relación complicada con el inglés. Spoiler: es normal. -
Ríete cuando puedas, y mucho
Cuando el tema se pone difícil, una carcajada compartida es como un botón de reset para toda la familia. -
Encuentra tu tribu
No, no estamos hablando de un grupo secreto con capa y antorchas (aunque molaría). Busca otras familias que vivan lo mismo y verás cómo todo pesa menos. -
No te olvides de cuidar de ti
Porque si tú no estás bien, el “genio” de casa tampoco lo estará. Un rato para ti, aunque sea para ver una serie o dormir hasta tarde, es tan necesario como el cole.
Criar a un niño con altas capacidades es navegar un mar lleno de olas inesperadas, a veces complicadas, pero también llenas de momentos únicos y preciosos. No estás solo/a, y entender esta realidad es el primer paso para acompañarles mejor y vivir esta experiencia con un poco más de humor y mucha más comprensión.

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