Emociones a flor de piel: acompañando la intensidad de nuestros hijos con altas capacidades

Publicado el 27 de junio de 2025, 12:18

Los niños y niñas con altas capacidades suelen vivir las emociones de forma intensa y profunda. Esta intensidad es parte de su riqueza interior, una fuente de sensibilidad, creatividad y empatía que los hace únicos. Sin embargo, también puede presentar desafíos para ellos y para las familias que los acompañan.

¿Qué hace especiales sus emociones?

  • Sentimientos profundos y amplios: Pueden pasar rápidamente de una alegría desbordante a una tristeza profunda, experimentando cada emoción con gran intensidad.

  • Sensibilidad elevada: Perciben y reaccionan con mayor fuerza a estímulos emocionales, como injusticias, críticas o cambios en su entorno.

  • Dificultad para modular las emociones: A veces les cuesta regular la intensidad de sus respuestas y pueden sentirse abrumados.

  • Rumiación: Tienden a pensar mucho y repetidamente sobre sus emociones, lo que puede aumentar la ansiedad o la preocupación.

  • Empatía marcada: Se conectan profundamente con los sentimientos de los demás, lo que puede ser fuente de gran riqueza emocional pero también de agotamiento.

Esta combinación de sensibilidad y profundidad emocional puede hacer que su mundo interior sea muy rico y complejo, y merece ser entendido y respetado.


Acompañar desde el amor y la comprensión

Es importante recordar que las emociones intensas no son un problema ni una molestia. Son parte de la esencia de nuestros hijos e hijas y, bien acompañadas, pueden ser una gran fortaleza.

Por eso, acompañarles implica crear un espacio seguro donde puedan expresar sus sentimientos sin miedo a ser juzgados o rechazados. Aquí te dejamos algunas claves para hacerlo:

  1. Validar sus sentimientos
    Reconocer y aceptar lo que sienten, con frases como “entiendo que te sientas así” o “está bien sentir eso”, les ayuda a sentirse comprendidos y acompañados.

  2. Escuchar activamente
    Ofrecerles tiempo y atención sin interrupciones, mostrando interés sincero en lo que comparten.

  3. Enseñarles herramientas para gestionar las emociones
    Técnicas sencillas de respiración, relajación, escritura o dibujo pueden ayudarles a canalizar lo que sienten.

  4. Modelar la gestión emocional
    Mostrar con nuestro ejemplo que todos sentimos y gestionamos emociones, y que está bien pedir ayuda cuando la necesitamos.

  5. Fomentar la expresión creativa
    El arte, la música, la escritura o el juego son vías naturales para que expresen sus emociones de forma saludable.

  6. Buscar apoyo profesional cuando sea necesario
    Si la intensidad emocional dificulta su bienestar o el de la familia, la ayuda especializada puede ser fundamental.


Consejos prácticos para familias

  • Crear un ambiente predecible y seguro
    Las rutinas y la estabilidad aportan confianza y reducen la incertidumbre emocional.

  • Fomentar la comunicación abierta
    Invitarles a hablar sobre sus sentimientos sin presiones.

  • Respetar sus tiempos y ritmos
    Algunos días serán más intensos que otros, y eso está bien.

  • Cuidar también de uno mismo
    Acompañar emociones intensas puede ser agotador. Buscar apoyo, descansar y ser compasivos con uno mismo es clave.


La emoción como motor de crecimiento

La intensidad emocional de nuestros hijos e hijas no solo es un desafío: es también una puerta a la profundidad, la autenticidad y la creatividad. Les impulsa a cuestionar, a sentir con intensidad y a conectar con los demás de forma especial.

Con amor, paciencia y herramientas adecuadas, esa intensidad puede convertirse en una gran fortaleza para su desarrollo personal y para el enriquecimiento de toda la familia.


¡Queremos escucharte!

Cada familia tiene su propia experiencia y sabiduría. ¿Cómo vives tú las emociones intensas de tu hijo o hija? ¿Qué te ha ayudado a acompañarlas? Comparte tu historia, tus consejos o tus dudas en los comentarios o en nuestro grupo de WhatsApp.

Juntos, podemos aprender, apoyarnos y crecer como comunidad.

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